CINC CONTES PER A NENS

En esta pieza para quinteto de viento, el autor propone un ejercicio de imaginación, tanto a los oyentes
como a los intérpretes, de manera similar como lo hizo Debussy en sus Preludios para piano, con la
diferencia que en este caso el oyente y el intérprete tendrá que componer mentalmente su propio
cuento a partir del título y la música. Debussy en cambio, tuvo cuidado de indicar los títulos de sus
preludios tan solo al final de la partitura, de cada pieza, de modo que el mismo intérprete descubriese
sus impresiones sin estar condicionado por las ideas iniciales del autor.
Cada movimiento está escrito en un lenguaje sencillo, donde el autor utiliza tanto la modalidad, como la
tonalidad y en algunos casos la bitonalidad. Todos, exceptuando el cuarto cuento El campesino y el
diablo, se basan en supuestos cuentos, ninguno de ellos escritos. El último La fera ferotge (La Fiera
Salvaje) es un pequeño homenaje al cantautor alcoyano Ovidi Montllor, basado en la letra de una de sus
canciones más conocidas de título homónimo.

Flauta
Oboe
Clarinete
Trompa
Fagot