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Dolores Sendra
Dolores Sendra Bordes, compositora, pianista y musicóloga valenciana, de sólida formación musical y humanística, nació en Pego (Alicante) en el seno de una familia de pequeños comerciantes locales.
A muy corta edad inició sus estudios musicales de la mano del entonces director de la banda de Pego, José Oltra, recibiendo más adelante, ya durante la guerra civil, algunas indicaciones de su hermano Alfonso Oltra, quien regentaba un negocio colindante al de la familia Sendra-Bordes.
Terminada la contienda, pero dentro del contexto de la Gran Guerra y en la primera etapa de la dictadura, una vez ligeramente recuperada la economía familiar, cuando Dolores contaba con alrededor de quince años la familia decidió que era el momento de validar y seguir sus estudios de forma oficial.
Afortunadamente fue aceptada como alumna por el Maestro D. Manuel Palau i Boix, quien revisó todo lo aprendido y la guio para realizar, esta vez en Valencia capital, toda la formación conducente a los títulos de composición y de piano, que obtuvo en el Conservatorio con premio final de carrera.
A partir de 1947 inicia su andadura profesional participando como miembro de jurados en certámenes musicales; estrenando y dirigiendo sus obras –como el Himno a Pego– investigando sobre folklore, becada por el Instituto de Musicología Alfonso el Magnánimo; e interpretando el Concierto Dramático de su Maestro, bajo su batuta, en el Teatro Principal de Valencia.
Durante esos intensos años, para poder asistir a las clases, ensayos, conciertos o programas radiofónicos con su Maestro, se estuvo alojando en el Convento de la Encarnación, sito en la Calle Balmes de Valencia. En esas breves e intermitentes estancias compartiendo con las carmelitas, la austeridad, recogimiento y disciplina de la vida religiosa le dejó profunda huella.
Fruto de aquella época de posguerra, trabajo arduo y aprendizajes encontramos una cuarta parte de la producción musical de Dolores Sendra. En este volumen se presentan tres de sus once obras corales, aquellas breves, para cuatro voces mixtas, de texto en latín y compuestas en 1950, inspiradas en las vivencias en el Convento: Popule Meus, Ave María y O Sacrum Convivium, su pieza coral más conocida.
Todas estas composiciones de juventud fueron revisadas en su día por D. Manuel Palau, con quien mantuvo siempre constante y fluida comunicación.
